El acoso escolar es siempre una situación única y diferente y por lo tanto las fases son solo una orientación. Suele mostrar una progresión que va avanzando en gravedad:
- Maltrato sutil: con bromas iniciales, burlas leves… sin consecuencias incluso para la víctima. Los espectadores pueden disfrutar.
- Aumento del maltrato: suben las acciones en gravedad y frecuencia, y poco a poco la víctima se empieza a molestar y deja de ver las acciones como un juego. Surgen sensaciones de impotencia y soledad.
- Culpa: el niño se culpa a sí mismo por verse en esa situación. Aquí es ya imprescindible intervenir porque las consecuencias son graves.
- Daños: la autoestima sufre el desgaste y el chaval puede asumir que merece los ataques. La ansiedad se acrecienta y el estado de ánimo desciende.
- Explosión: la víctima no soporta la situación y puede atacar al acosador (a veces sin importar las consecuencias), enfermar (son frecuentes problemas de sueño, alimentación, tristeza grave, aislamiento…) y en casos extremos puede llegar a plantearse el suicidio.
es excelente aprender en tus escritos, felicitaciones!!!!
Muchas gracias María, te mando saludos 🙂
Gracias por seguir mi blog. Estoy siguiendo el tuyo y espero con interés tus publicaciones.
Muchas gracias, intentaré publicar entradas interesantes. Saludos cordiales!