Intervención psicológica familiar

Llevada a cabo bajo la orientación del psicólogo, abarca a varias personas y difiere de la tradicional intervención con un solo cliente, individualista. Es frecuente que no acudan todos los miembros pero personalmente, yo creo que es valioso que de una forma u otra todos sepan qué sucede y puedan dirigirse a mí si lo desean.

La comunicación familiar requiere el empleo de un estilo de comunicación analógica, lo que Minuchin llamó “mimetismo”. La familia tiene que ser comprendida y esta comprender al psicólogo; el lenguaje no será técnico y sí comprensivo y asequible. Como psicólogo debo hacerme entender y evitar siempre la sensación que he vivido algunas veces cuando he tenido que ir al médico: «el doctor mira el informe, coge una receta y me dice que me tome eso…» ¿Pero, qué me sucede? ¿Porqué esa medicación? ¿Cuánto durará mi problema? ¿Le ocurre a mucha gente?

Es obligación del psicólogo, y digo “obligación” con lo que conlleva, creer a la familia. El psicólogo es un desconocido para ella pero si esta hace el esfuerzo de acudir y abrirse al profesional, la obligación de este es dar por real todo lo que esta cuenta. A cambio el psicólogo ofrece confidencialidad. Con la sinceridad y la confidencialidad se establece el reconocimiento de la dignidad de la familia y del trabajo del psicólogo.

El psicólogo tiene que ir descubriendo lo que la familia quiere. Esta presenta una situación problemática que requiere un trabajo conjunto para clarificarla. Así puede ofrecer el mejor servicio utilizando las herramientas que la psicología pone a su disposición. Un psicólogo no es alguien con el don de solucionar problemas, tiene por el contrario que acudir a su formación y plantear el problema desde un punto de vista comprensivo para la familia y establecer una serie de pautas y ejercicios que reviertan el problema.

La evaluación psicológica es el proceso para entender de forma familiar y también individual. Analizar el problema desde el punto de vista psicológico implica evitar culpar. La situación compleja que se le presenta al psicólogo es el resultado de muchos sucesos, momentos, comportamientos y personas y culpar es solo una forma de simplificarla, lo que alimenta la desesperanza y ataca la autoestima de los miembros de la familia. La causa-efecto no es compatible con los problemas familiares. Buscar una causa desde la que se origina el dilema planteado es deteriorante para la familia ya que los problemas son multidimensionales, multidireccionales y explicarlos con una causa es dar una solución simple a un problema complejo.

Las tareas del psicólogo harán que la familia trabaje progresivamente para desarrollar un plan y avanzar hasta la solución del problema, devolviendo la total autonomía a la familia.

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