Durante los primeros pasos de una relación predominan los momentos de ocio: la pareja se encuentra en circunstancias de esparcimiento, se comparten situaciones relajadas y muy pocas de obligación: es raro invitar a una pareja potencial a participar en una mudanza o a ordenar los armarios. La pareja empieza disfrutando y conociéndose sin el peso de las responsabilidades, y funciona como vía de escape y motor de ilusión y placer.
Esto proporciona grandes beneficios a corto plazo. El famoso escritor francés Honoré de Balzac, nacido hace más de 200 años, dejó escrito:
“Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportunos e ingeniosos de vez en cuando que todos los días”.
Esta frase proporciona el inicio para una reflexión constructiva. La vida suele imponer cargas, como es el trabajo y un horario laboral a veces extenuante, cumplir con el pago de facturas, el propio envejecimiento o el de los padres, la pérdida de energía según pasan los años y la modificación de hábitos que esto implica… El hogar y las obligaciones pueden hacer a la persona echar de menos épocas gozosas y libres de obligaciones, a veces con alegría, otras con nostalgia, y en algunos casos con una comparativa constante que puede generar problemas si el presente es incompatible con aquel estilo de vida pasado.
